La cama nido tienen numerosos beneficios. Su vida útil es muy prolongada gracias a sus materiales, y ya que está pensada para ser utilizada desde que salimos de la cuna hasta la adolescencia.
Es por ello que su largura suele ser de 190cm para que no se le quede corta según van creciendo. Son la mejor manera para poder aprovechar el espacio disponible ya que son dos camas en el espacio que ocupa una, y a su vez sirven para poder incluir un espacio adicional de almacenamiento.
La primera es la cama de nido clásica, se compone de dos camas individuales. Su funcionamiento es como el de las muñecas Rusas, las Matrioshkas. La cama superior siempre permanece en el mismo sitio, bajo ella se guarda la cama inferior. Cuando queramos usar la parte inferior tan solo tendremos que arrastra hacia fuera sin esfuerzo gracias a las ruedas y a continuación levantar para que las patas plegadas dejen ambas camas a una altura similar o igual.
Ambas camas tienen la misma anchura y generalmente el mismo largo (en ocasiones la inferior resulta más corta). Después podemos encontrar la cama nido con cajones. En vez de poner otra cama debajo de la principal se coloquen unos cajones para almacenar cualquier tipo de objeto que se desee. A veces encontramos camas nido que combinen ambas opciones.
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